Pruebas en Rio Tinto para Marte

Antes de comprobar la vida en otros planetas, es útil practicar en áreas baldías de la Tierra. Uno de tales lugares es Río Tinto en España, donde las condiciones son análogas a las de Marte.

El agua de este río español es muy ácida, similar al agua que los científicos piensan que en algún momento pudo fluir por la superficie marciana. También, los estudios químicos apuntan a que la rocas de Meridiani Planum en Marte han sido movidas por un agua del tipo de la de Río Tinto.

Usando técnicas de taladrado de búsqueda de vida a lo largo del Río Tinto, los científicos quedaron sorprendidos al encontrar vida microscópica donde pensaban que las condiciones eran demasiado hostiles para la vida.

La práctica hace la perfección

Fernando Rull Pérez del Centro de Astrobiología en Madrid es un experto en la búsqueda de señales de vida usando técnicas de espectroscopía, y ha estado llevando a cabo estudios en la región de Río Tinto.

“Estamos desarrollando prototipos de instrumentos para buscar minerales y compuestos orgánicos en Río Tinto y otros lugares”, dice. “También estamos intentando preparar un modelo científico con el cual podamos aprender sobre la posibilidad de vida y cómo extrapolar estos modelos a Marte”.

¿Por qué está buscando Rull Pérez materiales orgánicos? Contienen carbono, el cual está presente en todas las formas de vida conocidas. Si se hayan compuestos orgánicos podría indicar un tipo de organismo que reconoceríamos. En otras palabras, la vida tal y como la conocemos.

Áreas en la Tierra como Río Tinto proporcionan oportunidades a los científicos de “entrenar” sus instrumentos en la búsqueda de compuestos orgánicos, y prepararlos para búsquedas similares en Marte. Las hostiles condiciones hacen del mismo un terreno de pruebas muy útil. Observar lo que resulta de tales condiciones en la Tierra puede indicar qué tipo de materiales inusuales podemos esperar encontrar en la superficie marciana.

Rull Pérez y sus colegas están probando lo que se conoce como técnicas “in situ”. Esto significa que las muestras se examinan en el terreno en lugar de recogerlas y llevarlas al laboratorio para su análisis. Los resultados se obtienen mucho más rápidamente, y también elimina el problema de la contaminación que puede tener lugar durante el viaje de retorno.

El espectro de tal contaminación probablemente rondará las muestras de Marte que sean traídas de vuelta a la Tierra para su estudio. Pero aunque los experimentos in situ resuelven un problema, añaden otro: los experimentos en Marte deben realizarlos róvers, a millones de kilómetros de distancia de los controladores de la Tierra.

Listo para Marte

Rull Pérez está trabajando en Río Tinto en una herramienta especial in situ que formará parte de la misión ExoMars de la Agencia Espacial Europea al Planeta Rojo, prevista para su lanzamiento en 2013. El instrumento es conocido como Raman/LIBS, por el científico Sir Chandrasekhara Raman, y LIBS por Laser Induced Breakdown Spectroscopy (Espectroscopia de Ruptura inducida por Láser). Esta herramienta es un espectrómetro que usa un láser para “excitar” átomos y moléculas. Estos átomos agitados exhiben más movimiento del normal, y su danza atómica puede indicar qué tipo de moléculas están presentes. Es un sistema de última tecnología que hasta la fecha ha sido usado casi exclusivamente en el laboratorio, por lo que usarlo in situ es un experimento en sí mismo.

El instrumento tiene dos cabezas ópticas. Una situada fuera el róver identificará los minerales y potenciales compuestos orgánicos en la superficie. Otro en el interior del róver se usará para la identificación y análisis del núcleo de muestras excavadas por el taladro del róver. Los planes actuales son excavar dos metros bajo la superficie marciana. Alcanzar esta profundidad permitirá a los científicos investigar la posibilidad de agua pasada o presente — e incluso vida — en el planeta rojo.

El espectrómetro Raman/LIBS tiene una ventaja sobre otros espectrómetros debido a que es no destructivo: El láser usado para estudiar la materia no causa ningún daño. Esto significa que se desplegará antes que ningún otro instrumento en ExoMars. Como Rull Pérez dice, este instrumento estará “en la primera línea de identificación y análisis”. Si se encuentra algún compuesto orgánico, entonces otros instrumento de ExoMars pasarán a la acción y estudiarán las muestras para recopilar tantos datos como sean posibles.

Incluso aunque el espectrómetro Raman/LIBS de Rull Pérez está siendo probado para su uso en ExoMars, el trabajo que se lleva a cabo dentro de su grupo es sobre la siguiente generación de instrumentos que podrían estudiar muestras hasta a 20 metros de distancia. Al contrario que el espectrómetro de contacto de Rull Pérez, esta versión mejorada no estará lista para ExoMars — aunque puede ir a bordo de alguna misión futura. Es una época apasionante para los astrobiólogos que buscan vida, y los instrumentos in situ probados en Río Tinto están en la prima línea de sus empresas.

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