Llega un nuevo ratón: Magic Mouse
Para una compañía que se vanagloria de crear productos de electrónica por los que la gente es capaz de acampar una noche frente a las puertas de una tienda, con un énfasis en la experiencia de uso y la estética, fallar en algo tan aparentemente simple como un ratón debe ser una tortura. Y sin embargo, a lo largo de los años, a Apple se le ha atragantado el periférico que —ironías- ella misma popularizó con la llegada del ordenador Mac en 1984, la primera máquina destinada al mercado doméstico con un sistema operativo de ventanas (el primer ratón comercial, fabricado también por Apple, llegó un año antes para los ordenadores Lisa). Parte del problema, creo, fue empecinarse en dotar a los ratones de un sólo botón en la década de los 90 y el 2000, cuando la idea de los dos botones ya había cobrado suficiente fuerza gracias a Windows. Lo del botón adquirió proporciones épicas en 2005 cuando Apple presentó el Mighty Mouse, el Super Ratón, que escondía dos pero camuflados bajo una única superficie capaz de detectar en qué lado se había hecho click. También hay que reconocer que se eligieron a lo largo de los años